1) Te dice que se gasto el último centavo en los útiles del colegio para su hijo y que todavía no ha cobrado.

El tipo disimuló bastante bien en los encontrones anteriores que es un vividor, que no te conviene, siempre va a encontrar excusas para hacerte pagar tu parte de la cuenta, en este caso, eres tú la que tienes que tomar la decisión, no lo vuelvas a ver.

2) Se la pasa mirando el celular.

Es evidente que esta esperando un mensaje o una llamada telefónica, y no es la tuya. No importa si es de trabajo o es de sexo (en la mente femenina, no hay gradualidad), es obvio que no está concentrado en lo que pasa en esa cita, allí contigo, es una persona ansiosa, dispersa, y por qué no decirlo, majadera. A menos que te hayas enamorado perdidamente de él (eres libre de sentirlo así) no da para arreglar una nueva cita (o que sea Harry Potter y te hechice) …. ya fuiste.

3) No posó sus ojos en tus tetas ni una sola vez.

Y eso que te pusiste un escote pronunciado, una faja para aplanar tu pancita, pero él ni se fijó. Pero si que se fija en todos los culos y tetas que desfilan en el bar donde están sentados, y en el colmo del absurdo, le mira el culo a una señora de unos 70 años que se levantó con dirección al baño, con eso, no solo te aclaro que no le gustas, sino que es todo un bagre. Retirate al toque.

4) Te dice “nos vemos” al despedirse.

Él, después de la cita, y ante tu propuesta de verlo mañana, te contestará: “yo te llamo”. Y tú le dirás: “no, no me llames, yo te llamo, sé un poco más especifico” “¿qué es nos vemos?”, “¿qué fecha mas o menos?, así me voy depilando” agregas sonriéndole.

Esa frase, salida de labios de un hombre, es como el beso de la muerte. ¿Qué significa nos vemos?, esta clarísimo, no nos veremos nunca más. Ah, y no se te ocurra insistir, retrucándole con un ingenuo “¿y cuándo nos vemos?” porque la respuesta mortífera será “vamos viendo amorzote”, acéptalo, no lo verás nunca más. Y la decisión, ya no estuvo en tus manos.

5) Te saluda con un beso en la mejilla, al encontrarte y al despedirte.

Que te quede claro, que fue obligado a la cita, no lograste seducirlo durante todo el tiempo que pasaron juntos, y eso que en las dos citas anteriores, tiraron como cuyes, y te pareció que ambos la habían pasado fantástico, por eso, cuando lo viste, le pusiste la boca para saludarlo tipo trompita, y él te evito y siguió a la mejilla. La calentura se congeló, y tú piensas que entre una cita y otra apareció una ex-novia y él no sabe como decírtelo. Te lo firmo, no lo vas a volver a ver a menos que te lo cruces por casualidad.

6) Te cuenta que le salio un trabajo en Canadá a partir del fin de semana.

Típico argumento del hombre que solo le interesa tirar y luego despedirse hasta nunca jamas. De hecho, no le importa que le creas o no, sino que no quiere admitirlo, no te desea ver nunca jamás. Ya queda en ti si le dedicas un último polvo, y por lo menos lo dejas calentón. Ese es el beso de la muerte de la mujer, allí le haces a él todo lo que aprendiste en tus años de parejas y todo lo que no te animabas a hacer.

7) Luego de la cita, te dice que se tiene que ir en una hora a trabajar.

Y tú te preguntas “¿para qué salió conmigo si se tenia que ir tan rápido?”. Probablemente tiene algo mejor que hacer, o también salió contigo porque se le fueron pasando los días y no supo como hacer para suspender la cita, alguien así, no te conviene.

8) De la nada te dice que esta confundido y que no es momento para una relación seria. 

Te tuvo de trampa todo este tiempo. ¿Te regaló maquillaje? Si vino de viaje, y te regalo cosméticos (puppa, max factor, mac, l´oréal, etc), tú no lo sabes (o no te quieres dar cuenta) mientras que él esta chocho dándole y dándole al chancho. La única manera en que dejas de ser trampa, es cuando él te propone casamiento. La vida de ser trampa es larga, pero larga larga. Y capaz que tu no eres trampa, pero él te tomo por una, si en su conversación, escuchas algo como “me estoy separando”, y te da tu regalito, y luego se desaparece unos días. Y tú, con el regalito en la mano, te dices y te repites “ya me va a llamar”, mientras te pintas con los colores de los cosméticos que te regalo (y encima son feos esos colores, fucsia, naranja, colores de trampa).

Esta es para los lectores casados. Usted caballero, revise hoy su casa. Las mujeres tienen en el botiquín los productos que usan comúnmente y a veces, en algunos cajoncitos de la habitación o atrás de los botines, guardan cosas que no usan más como los esmaltes de uñas. Se lo digo de corazón, sin enojo, si tu mujer tiene un cosmético gastadito, casi sin colores, y con olor evidente a viejo, en algún momento, fue trampa de alguno, tuvo un novio que viajaba, que tenía otro compromiso, familia, hijos, etc. y a su actual mujer le traía su regalito a cambio de sexo. Esto es así desde que el mundo es mundo, y no va a cambiar por usted ni por un servidor.

9) De la nada, te dice que esta pensando en que este es un buen momento para iniciar una relación seria, no le importa con quien. 

No te preguntó siquiera si la habías pasado bien la vez anterior, ni a dónde querías ir. Si quieres iniciar una relación seria, no debería ser con él.

10) Mira la puerta del local donde están insistentemente hasta que se encuentra con alguien conocido. 

Cuando se encontró con su grupo, nunca más te dirigió la palabra, hasta que te decidiste ir, allí te vió y dijo “¿ya te vas?, espera que te llamo un taxi”.